VIAJE AL BLANCO. Último grado al Polo Norte de Jordi Canal-Soler.
Un libro que narra en primera persona una expedición polar de cuatro exploradores que se aventuran durante los últimos 111 km hasta el Polo Norte Geográfico. Te hace viajar con ellos durante nueve días imaginando los desiertos blancos, sintiendo el frío en la piel y acercándote a las dificultades y hostilidad de un mundo de hielo y nieve además de presentarte otras expediciones de aventureros de otros tiempos. Un libro que realmente ha conseguido que deje la mente en blanco (solo por imaginar el paisaje 😛 ) y que al terminarlo ha hecho que añore aquellos bloques de hielo, aquellos lugares como si yo misma hubiese estado allí.
“El viento aun sopla con fuerza y, desde ese punto azotado por las inclemencias, empiezo a pensar en que es exactamente lo que he venido a hacer en medio de este desierto blanco. Congelarme es lo primero que me viene a la cabeza. Pero estoy aquí por otra razón: para ver; para estar en el sitio; para conocerlo de primera mano; para dejar de imaginar y empezar a sentir; para poder tocar, palpar, manosear, desde la seguridad de mis guantes, el hielo esculpido por el hielo y el viento. Estoy aquí para poder sentir lo que vivieron Peary, Nansen y otros tantos exploradores que han estado aquí. Estoy aquí para poder vivir en mi propia piel y mis propios huesos el mismo frío, la misma soledad, el mismo sentimiento de insignificancia respecto a la naturaleza salvaje. Estoy aquí para poder percibir, como ellos, la fragilidad humana.”
“Es la fascinación por los puntos altos y la necesidad del hombre de subirse a las montañas para poder ver más lejos, me imagino.”
El Polo significa lo desconocido, el más allá, el último lugar de la tierra, el extremo del mundo, recóndito, inalcanzable, fugaz, hostil, agresivo, pero enormemente satisfactorio una vez se consigue llegar a él: el anhelo culminado de la búsqueda humana.
Aunque no todo es aventura…
“El hielo del casquete polar cada año es más fino debido al aumento de la temperatura del planeta y las previsiones más optimistas apuntan hacia el año 2030 como el año en el que el Polo Norte perderá definitivamente el hielo en verano.”
No solo las ganas de aventura te llevan a imaginar aquellos paisajes. Imagino sobre las descripciones del libro los lugares que todavía existen pero que en un futuro cercano desaparecerán debido a la aceleración del cambio climático. Es cierto que es un ciclo que antes o después pasará en nuestro planeta, pero también es cierto que la acción del ser humano contribuye a la aceleración de ese proceso y siento una pena enorme. Como describe el autor del libro siento cierta impotencia, lo que ellos han realizado en el 2009 será casi imposible dentro de unos años.

“Analiza las causas y las voluntades que llevan al ser humano a sobrepasar los límites naturales para explorar el mundo y encontrar lo que hay más allá de sus fronteras conocidas…” y las de uno mismo.
Y tú; ¿Cuáles son tus límites de exploración?